Quien respalda a la dictadura atenta contra la democracia

Daniel Ortega, aquel joven revolucionario que ayudó a derrocar al régimen de Somoza, se convirtió en un reflejo del tirano que alguna vez combatió. Cuando era estudiante, fue parte de manifestaciones para derrotar la dinastía de los Somoza. Desde que retomó la presidencia en 2006, sometió a sus opositores, manipuló los medios a su favor y reprimió brutalmente a los disidentes en las calles al estilo de un dictador.

La represión consistía en capturar, torturar y asesinar a los manifestantes. Los grupos armados fieles al presidente Ortega dispararon a matar con el objetivo de desarticular movilizaciones y amedrentar a la población. Esta estrategia, basada en la fuerza, fue denunciada por Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Para colmo, Ortega distribuyó parte de la riqueza de su país y poder a su familia, por ejemplo, escogió como vicepresidenta a su esposa, Rosario Murillo.

Según la CIDH, desde mediados de abril, se registraron al menos 317 muertos en las protestas en Nicaragua. Estos hechos  fueron repudiados por las Naciones Unidas. También, cada vez son más países que condenaron la represión contra el pueblo nicaragüense. Irónicamente, Ortega recibió el respaldo de un gobernante de la región. El mismo que apoyó a un expresidente preso por casos de corrupción y a un mandatario que también utiliza la fuerza para reprimir a su pueblo.