El aerotaxi presidencial

Desde hace un par de semanas, es muy común ver sobrevolar al helicóptero que utiliza el presidente Evo Morales para trasladarse hasta la denominada “Casa del pueblo”. ¿Cuánto vale un viaje en esa aeronave? Una hora en helicóptero cuesta 2.600 dólares, según el Instituto Boliviano de Comercio Exterior. Un precio alto, pero apropiado para las empresas que necesitan un servicio de transporte rápido.

En Santa Cruz, por ejemplo, la empresa Heli América prestó sus servicios al Discovery Channel para realizar una toma aérea del Salar de Uyuni. También, alquiló sus naves para misiones de salvataje, traslado de heridos en situaciones catastróficas, entre otros. Un viaje en helicóptero es costoso, pero tiene sus beneficios, como se describió anteriormente. En ese sentido, ¿tiene algún beneficio contar con un aerotaxi presidencial? No. Es solo un lujo. 

El Estado Plurinacional heredó una de las más oscuras características de la cultura Tiwanacota, la desigualdad social. Los jerarcas de aquella época utilizaban adornos de oro. La élite social vivía en los palacios y centros ceremoniales. De un modo similar a los “hijos del sol”, el Presidente se atribuyó lujosos privilegios como una suite de 1.068 metros cuadrados, un avión presidencial, hangares VIP en aeropuertos, helicópteros, etc.

Utilizar un helicóptero como transporte personal representa un alto costo. En un viaje se gasta dos mil a tres mil dólares diarios; en una semana, 21.000 dólares; en un mes, 90.000 dólares; en un año, 1.095.000 dólares. Usar un helicóptero como aerotaxi presidencial es un despilfarro. Cuánto dinero se podría ahorrar utilizando un vehículo por tierra. En un país con tantas necesidades, es insulso derrochar recursos económicos de esa manera.

Salud, educación y desarrollo son prioridades de un país. No obstante, el actual gobierno maneja el país a su manera. Por ejemplo, entre 2017 y 2016, se invirtió más en coliseos, piscinas y canchas de fútbol que en proyectos de salud, infraestructura social, proyectos viales o emprendimientos productivos. De lo que se concluye que otra prioridad para el Estado es el transporte del primer mandatario, cueste lo que cueste.