Poder que ensordece

El miércoles pasado, personas de todo el país se sumaron al paro cívico convocado para pedir a una sola voz que se respeten los resultados del referendo del 21 de febrero de 2016, cuando el 51,3 por ciento de la población dijo no a una nueva reelección del presidente Evo Morales. El Gobierno respondió con una contramarcha y utilizó a la Policía para reprimir las movilizaciones ciudadanas.

Los portavoces del Estado minimizaron los alcances de la protesta haciendo caso omiso de las peticiones de la ciudadanía. Por el contrario, autoridades de Gobierno encabezaron marchas junto a diferentes organizaciones sociales cercanas al Movimiento al Socialismo (MAS) y funcionarios de entidades estatales, controlados bajo lista, para proclamar a Morales como candidato para las elecciones de 2019.

El Presidente no escuchó a los miles de bolivianos que salieron a las calles para defender su voto. En cambio, alardeó de haber ganado por goleada en todos los departamentos, refiriéndose a las marchas y concentraciones a favor de su repostulación. Luego de 12 años en el poder ¿Dónde quedó el “gobernar escuchando al pueblo”? Esta frase, tan repetida por Morales, parece que solo es un eslogan publicitario para ocultar la sordera del Gobierno.



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